miércoles, 29 de junio de 2016

#CRÓNICA 27 #TROMSO #CATEDRALDELÁRTICO #LAPONIA

#CRÓNICA 27. #Tromso. #CatedraldelÁrtico


La llegada a Tromso me encantó. El brillo de la tarde daba una luz especial al paisaje y a los edificios. Llegué al hotel sólo a dejar las maletas y salí para visitar la Catedral del Ártico. No había querido ver fotografías de este edificio, pero su estructura ya me sorprendió. Ese triángulo blanco, recortado por el cielo azul, me gustaba mucho.


Al entrar, seguí mirando con curiosidad cada rincón de ese amplio espacio. Sus líneas iluminadas por la luz natural,  parecían dibujadas.




Miraba los colores y los motivos que adornaban la vidriera. Luego me volví y me quedé sorprendida al ver el órgano, enmarcado en ese triángulo de cristal.


Las lámparas, dependiendo de las perspectiva desde la que las miraba, parecían cambiar su forma, su tamaño, su color... En cualquiera de esas posiciones, hacían volar mi imaginación.


Me senté tranquilamente en sus cuidados bancos de madera y allí permanecí un buen rato, disfrutando de la calma que en este bello lugar, se deparaba.


No sabría decir cuánto tiempo permanecí en su interior, pero al salir, la luz del atardecer me parecía aún más brillante y cálida. Mis ojos miraban hacia arriba y veía el bello cielo reflejado en los cristales. El juego de luces y sombras, hacía que mi cámara no se pudiera quedar en silencio. 



Y desde allí, miré el paisaje. Miré y remiré. 



...CONTINUARÁ...

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