Crónica 6. La catedral de Múnich.
La mañana continuaba plena de sorpresas. Entré en una tienda de relojes de cuco. Los primeros que veía en tierras alemanas. Me sorprendió muchísimo la variedad de los tamaños, los detalles, la originalidad de algunos diseños y por supuesto también, los precios. Pasear entre ellos, me gustaba. Por un momento me gustó mirarlos con los ojos de niña. Su característico sonido, me hacía imaginar historias de la infancia.