...la noche anterior había sufrido "el mal de la altura"...al amanecer, no pensé encontrarme bien, pero la vida me sorprendió de nuevo... estaba algo aturdida, pero bastante recuperada...la fortuna me llevó a contemplar un maravilloso espectáculo... mas de una cincuentena de cóndores volando en un mágico ballet... a la vuelta, me detuve en un pueblito y allí estaba ella...tímida y divertida.. su verde mirada tan cálida, me transmitía sus emociones...
martes, 28 de diciembre de 2010
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