Por la mañana muy temprano, al levantarme, había la misma luz que cuando me acosté. Empezaba a acostumbrarme a esta situación y me gustaba. Al salir del hotel, mi encuentro con el primer reno en libertad. ¡¡¡Qué sorpresa!!!
Empezaba el largo recorrido de este día, por las interminables carreteras laponas, con los sonidos del viaje: Gino y sus informaciones en italiano y español.
El cielo medio nublado, presentaba múltiples matices que resaltaba los tonos cálidos de las casas y los verdes de la naturaleza que las envolvía. El agua, otro de los elementos presentes y los lagos que parecían bellos espejos en los que las simetrías aparecían una y otra vez
La primera parada del camino, la realicé junto a un precioso lago y cerca de él, un hermoso lugar de descanso, bellamente decorado, en el que pude descansar y admirar el paisaje, las flores con su intenso color amarillo, y los hermosos detalles que en cierto modo, me recodaban mi infancia.
El nublado cielo seguía acompañándome al igual que los renos y la carretera.
1 comentarios:
Muy interesante!
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