...era tímido...se situaba detrás de un árbol y cuando yo lo miraba, se escondía...durante bastante rato me seguía con la mirada, pero ni él se atrevía a acercarse a mi, ni yo a él...pasado un buen rato, nuestras miradas se cruzaron y él me miró y ya no se escondió...me acerqué, a partir de ahí, su cara y sus bellos ojos se iluminaron con una amplia sonrisa...
miércoles, 27 de febrero de 2013
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