El Viernes Santo tengo una cita ineludible. Me gusta almorzar pronto para irme a la Capillita del Carmen a esperarlo. Este año, la tarde era espléndida. Ya había bastante gente cuando me situé justo en la valla que separaba al público de la Capilla. Poco más de una hora y a lo lejos, aparecía mecido por los hombros de los costaleros. Uno minutos más y ya estaba allí, parado frente a mí. Luego, el recorrido por el puente. Los sonidos, el olor, el color de su cara con los rayos del sol... maravilloso!!! Y ahora, este vídeo, para que puedas disfrutarlo como yo lo viví, que ha sido posible, gracias a la amabilidad de su capataz y sobre todo, a la enorme paciencia que demostró conmigo, el guardia civil que tan gentilmente me permitió ir en ese privilegiado lugar!!!
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