Un maravilloso recorrido por el Palacio de Diocleciano, con decenas de rincones que me trasladaban a otras épocas del pasado. Impresionante su tamaño y su conservación. Sus muros a día de hoy, sirven de soporte a las casas. Bello el deambular por sus calles y plazas al color y al olor del Adriático. La ciudad antigua es una verdadera joya arquitectónica que en 1979 fue declarada PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
sábado, 1 de noviembre de 2014
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1 comentarios:
Me encantó. Es verdad que la ciudad ha crecido alrededor aprovechando sus muros. Pero integrándolo.
Saludos
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