sábado, 26 de diciembre de 2015

#CRÓNICA 18. EL PAISAJE CAMINO A TROMSO


Terminada la reconfortante parada en la que pude admirar la Iglesia Kafjord, continué mi camino. 



...las caras aparecían en cada recodo del camino...parecían salir a saludarme... 

El plomizo cielo también esa mañana me acompañaba. El color rojo de las casas y el verde de la vegetación, ya eran habituales. En este quinto día de viaje, ya estaban integradas perfectamente en mi vida viajera.

Poca vida cotidiana fuera de ellas. A veces, un atisbo de cotidianeidad se palpaba en la puerta de alguna de ella. Las pieles ponían el punto cálido al frío lapón.







Y nuevamente en mi caminar... el blanco de la nieve, la transparencia del agua, las cascadas, el paisaje hecho postal...







La carretera me conducía dirección Tromso, pero antes de llegar, nuevas paradas en el camino para vivir durante un buen rato, la cultura Sami. Visita a sus improvisadas tiendas en las que venden pequeños objetos que forman parte de su vida y otros, que acabaron por sorprenderme.








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