Crónica 46. El fin del viaje y la vuelta.
Un agridulce sabor, se apodera de mí en las últimas horas del viaje. Los momentos vividos y sentidos, a lo largo de las horas compartidas en el viaje, pasan en cascada como si fuera una maravillosa película. El cariño, la amistad, las sonrisas, el encuentro, los nuevos amigos... todo me produce ya añoranza y eso, que aún estoy con mis queridos/as compañeros/as de viaje.
Por otra parte, están las ganas de volver a encontrarme con mi madre, mi familia, mis amigos...Volver a la paz de mi casa, a escuchar a los pajarillos en el jardín... Y en la vuelta de este viaje, las ganas de volver a sentir el calor al borde de la piscina y poderme quitar toda la ropa de invierno.
Las últimas horas de este inolvidable viaje a Laponia, las pasé bajo el maravilloso atardecer del sol de medianoche en Helsinki. Paseé por sus calles y guardé en mis retinas, cada rincón.
Mi última cena en compañía, en este coqueto lugar, de la mano de una gentil camarera que me atendió con un perfecto español ¿Por qué será?. Muchas risas y los brindis de la despedida, pusieron el broche a un intenso día.
La vuelta al hotel, la hice de la mano de la luna llena, que jugaba a esconderse entre las nubes. Su maravillosa luz también me atrapó, como lo hace cada noche que está llena.
Ya sólo quedaba la vuelta. El último disfrute desde el avión.
¡¡¡FIN DE ESTA AVENTURA POR TIERRAS DE LAPONIA!!!
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