Crónica 2. El palacio de Justicia.
Esta es la imagen de edificios pintados en tonos verdes y amarillos, me iba a acompañar cada mañana, al salir de mi hotel.
Unos pasos más allá, nuevamente los distintos colores en los altos edificios, ponían una bella nota de color bajo el cielo azul. Enseguida me encontré con el onmipresente tranvía. Me gustaba observar el instante mismo en el que se cruzaban.
La primera parada de la mañana fue en la München Hauptbahnhof o Estación Central de trenes. El más importante nudo ferroviario de Baviera, que cuenta con 32 andenes.
Era urgente sacar el billete, que unos días después, me llevaría a Kehl, vía Estrasburgo. Un amable vendedor, lo gestionó con eficacia. La transitada estación era un bullir permanente de personas que iban y venían, una mezcla de olores, sonidos...
Media hora más tarde, salía de la estación con el carísimo billete de tren directo, Múnich-Paris con parada en Estrasburgo. Empecé a caminar y al poco tiempo, al mirar hacia arriba y hacia abajo, fue cuando descubrí otras de las imágenes que me iban a acompañar en esa ciudad.
Otra imagen, esta vez, bastante familiar, apareció de repente. Caminaban lento, gastándose bromas y sonriendo. Sus mochilas me llevaron a mi instituto. Iban en la misma dirección que yo, así que disfruté con ellos mientras esta parte de la ciudad cobraba vida. Empezaba a gustarme.
Mi lento caminar me llevó al Justizpalast o Palacio de Justicia. Un enorme edificio neobarroco situado en la plaza Stachus que fue construido entre 1890 y 1897 por el arquitecto Friedrich von Thiersch
Admiré cada detalles, los recorrí en toda su extensión...
...CONTINUARÁ...
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